|
|
![]() |
![]() La abundancia de precipitaciones (incluso superiores a los mil milímetros anuales) determina en la comarca un clima mediterráneo subhúmedo, con algunos enclaves atlánticos. Domina así el paisaje de Gata las extensas masas de roble melojo (Quercus pyrenaica) enriquecidas con otras especies como el castaño (Castanea sativa), el roble carvallo (Quercus robur = Quercus pedunculata) y el alméz (Celtis australis). Por debajo de los 800 metros de altitud aparecen las típicas formaciones de bosque mediterráneo, es decir, alcornoques (Quercus suber) y encinares (Quercus rotundifolia), entremezclados con madroños (Arbutus unedo), jaguarzos (Halimium ocymoides), brezales (Erica arborea y E. Australis), jarales (Cistus ladanifer) o cornicabras (Pistacia terebinthus). Existen grandes extensiones de pino (Pinus pinaster) y algo menor de eucaliptos (Eucaliptus sp9 que ocuparon lo que antiguamente fueran robledales y alcornocales. Muchas de las laderas cultivadas con pinos y eucaliptos han quedado arrasadas y desprotegidas ante la erosión de los incendios. La vegetación de Sierra de Gata es muy variada con más 1.175 especies diferentes, en las que se incluyen, además de las plantas naturales, las cultivadas y las asilvestradas. Siendo cerca de 200 especies endémicas, entre las que destacan: Bufonia macropetala, Sedum Willkommianum, Thymelaea procumbrens y Omphalodes pavoniana. Las grandes alteraciones sobre la vegetación han
repercutido negativamente sobre la fauna de la comarca. No obstante, la
Sierra de Gata De las especies cingéticas es abundante el jabí (Sus escrofa), y en los ríos destaca la trucha (Salmo trutta fario). Disfruta de un clima benigno, altas precipitaciones, entre 800 y 1.300 mm. de media anual, la temperatura media es de 14,5 ºC. En el interior de los valles se forman unos microclimas favorables para todos los sistemas ecológicos y cultivos hortofrutícolas. Con una superficie de 110.694 hectáreas. Su orografía la componen formaciones montañosas
del Cretáceo; con cumbres con una media de 1.000 a 1.200 metros
y la Bolla 1.519 metros. Formando la comarca por cinco valles importantes:
los ríos Elijas, Rivera Trevejana, Rivera de Acebo o Cervigona,
Rivera de Gata y río Arrago. Una interesante vegetación cubre sus laderas. Se encuentra aquí la vegetación Atlántica y la vegetación Mediterránea, como demuestran los espesos brezales abundantes en la parte alta y los jarales en las llanuras del Sur. En la cabecera de los valles, conserva especies botánicas de extraordinario interés: abedules ibéricos, acebos, enebros, encinas rupícolas, mostajo y roble melojo. Extensos pinares de repoblación en sus laderas; y en las zonas bajas encinas y alcornoques. La fauna de la Sierra es de una importancias por su rareza y su distribución, encontrándose más de 200 especies de vertebrados, destacando las especies protegidas como lobos, buitre negros, linces, cigüeñas negras y meloncillo. La agricultura es la base fundamental de la economía en la comarca, sobresaliendo el olivar con 14.000 hectáreas de superficie; el viñedo ocupa unas 300 hectáreas; también se cultivan naranjos, castaños, higueras, cerezos y frutos diversos (kiwi, endrino, frambuesas, etc). |